Puede ser muy importante comprender cómo afectan el estrés y las emociones a nuestra salud, sobre todo en relación con la bronquitis, tanto en adultos como en niños. El estudio de la psicosomática indaga en las posibles causas emocionales y mentales de las enfermedades físicas. Este método implica que la aparición y la gravedad de la bronquitis pueden verse influidas significativamente por el estrés, la ansiedad y otros problemas psicológicos.
La tensión emocional de los niños puede manifestarse ocasionalmente en forma de síntomas físicos como la bronquitis, que puede afectar a su sistema respiratorio. Los adultos también pueden padecer bronquitis que empeoran con el estrés o la tensión emocional. Comprender estas relaciones puede mejorar la gestión y el tratamiento de la enfermedad.
Este artículo explorará el papel que desempeñan los factores psicosomáticos en la bronquitis y ofrecerá sugerencias para mejorar los resultados de salud abordando el bienestar emocional. Comprender estos vínculos puede ayudar a desarrollar planes de prevención y tratamiento más completos y eficaces.
- Información general
- Causas psicosomáticas
- Opinión de los investigadores
- Vídeo sobre el tema
- Por qué puede dejarse de tratar la bronquitis? Qué hacer con la bronquitis. Medicamentos para la bronquitis y la tos.
- Psicosomática de la bronquitis.
- Bronquitis en un niño. Cuáles son las causas según la psicosomática? Cómo afrontarlo?
- Cómo tratar la bronquitis en los niños? – Dr. Komarovsky
- Psicosomática de la bronquitis, traqueitis, neumonía, amigdalitis.
Información general
El término «bronquitis se refiere a una enfermedad inflamatoria que afecta al revestimiento de los bronquios. El proceso inflamatorio suele comenzar en la garganta o la nasofaringe, que es la parte superior de las vías respiratorias, y desciende lentamente hasta los bronquios. Para evitar daños en el tejido pulmonar, los bronquios transportan a los pulmones aire que ya ha sido suficientemente calentado y humidificado. La respiración se vuelve difícil, la conductividad del revestimiento bronquial se ve comprometida y, si la infección se propaga a niveles aún más bajos, hasta los propios pulmones, existe incluso la posibilidad de que se produzca una neumonía.
A continuación se enumeran los síntomas clínicos típicos de la neumonía: Un niño o un adulto puede empezar con una tos seca que con el tiempo se vuelve húmeda, le sube la fiebre, le cuesta respirar, le falta el aire, le causa debilidad general grave, le provoca dolores de cabeza y le interrumpe el sueño. En los niños, el reflejo nauseoso se desencadena con frecuencia en el contexto de una tos dolorosa.
Uno puede tener bronquitis aguda o crónica. Con un tratamiento rápido y adecuado, la forma aguda (catarral) desaparece en unas semanas y los bronquios se regeneran en aproximadamente un mes. En la forma crónica de la enfermedad, los brotes se alternan con remisiones, y la inflamación está siempre presente. Se considera crónica toda bronquitis que persista más de tres meses. Poco a poco, la estructura de los bronquios se deteriora además de su capacidad de funcionamiento.
La bronquitis idiopática es otro tema. Se asocia a graves dificultades respiratorias e inflamación bronquial; con frecuencia, parte de los bronquios se obstruyen con flemas.
La medicina tradicional considera que las principales causas de bronquitis son las infecciones bacterianas de las vías respiratorias y las infecciones que se han producido junto con enfermedades víricas (como la ARVI).
Se cree que fumar, vivir en zonas con aire muy contaminado, tener una inmunidad debilitada y ciertos factores hereditarios contribuyen a la enfermedad.
Causas psicosomáticas
Aunque la psicosomática reconoce las explicaciones médicas oficiales sobre las causas de la bronquitis en adultos y niños, aborda la cuestión desde un ángulo ligeramente diferente al considerar el estado mental de una persona además de su anatomía y fisiología.
Los bronquios son los conductos que llevan el aire a los pulmones, por lo que conocer su función es esencial para entender por qué alguien tiene bronquitis y por qué es difícil tratarla con fármacos convencionales. El aire inhalado se calienta y humedece a lo largo del recorrido. Dado que los bronquios se expanden y contraen de forma natural, también pueden controlar la cantidad de aire que entra en los pulmones.
Esta capacidad especial de los bronquios, controlada por el sistema nervioso parasimpático, está íntimamente relacionada con el bienestar mental y emocional del individuo. En psicosomática, los bronquios representan energías vivificantes.
Los bronquios de una persona se relajan y empiezan a funcionar a la mitad de su capacidad si es melancólica y pasiva en la vida. Las luces de los bronquios se contraen, la respiración se vuelve menos profunda y hay más posibilidades de que la mucosa bronquial se inflame.
Los psicosomáticos afirman que los bronquios actúan como «mediadores» entre el mundo personal percibido por el individuo y el mundo exterior. La salud del sistema respiratorio se ve inmediatamente afectada por cualquier problema de interacción entre los dos mundos. Por lo general, una persona no experimenta dificultades respiratorias si acepta el mundo, las personas que lo habitan y los acontecimientos con una actitud positiva y amable.
Los individuos que tienen una mayor sensibilidad a los estímulos externos, baja autoestima o los perciben como una amenaza para su seguridad tienden a respirar sólo hacia el pecho, lo que psicológicamente puede estrechar los bronquios, alterar el lumen, causar obstrucción y, en última instancia, provocar bronquitis.
Los psicoterapeutas llevan mucho tiempo observando que los individuos que prefieren mantener las puertas cerradas al mundo exterior son más propensos a sufrir enfermedades respiratorias. Se guardan para sí mismos, asegurándose de que nada ni nadie del exterior pueda traspasar los límites que se han fijado para sí mismos. Cuando el sistema nervioso parasimpático detecta peligro en el exterior, estrecha la luz de los bronquios, aumentando el riesgo de enfermedad. Lo más frecuente es que la bronquitis obstructiva esté relacionada con un miedo persistente, casi de pánico, por la propia seguridad.
Esta es la razón por la que los niños y adolescentes son más propensos que los adultos a padecer bronquitis, y la mayoría de los adultos vulnerables e impresionables también tienen tendencia a dramatizar sus propias experiencias, así como los acontecimientos y acciones de los demás.
Cuando un niño empieza la guardería o el colegio, puede reaccionar a la bronquitis sintiendo que necesita adaptarse a una nueva sociedad. En primer lugar, el bebé puede sentirse incómodo o incluso enfadado con sus padres por ponerle en un grupo extraño. Esto se manifiesta físicamente por la acumulación de flemas, que el niño sólo puede eliminar tosiendo.
Cuando un niño tiene quejas importantes y dificultades significativas para comunicarse con los demás, tiende a producir más esputo del que puede expulsar, lo que puede provocar un proceso inflamatorio en los bronquios.
Los casos de bronquitis en adultos suelen ser el resultado del egoísmo, la pereza y la resistencia a las presiones sociales. Los adultos que padecen bronquitis de larga duración tienden a ser personas muy tranquilas que valoran su propia autoestima y quieren eximirse de cualquier responsabilidad importante en la toma de decisiones. Les resulta cómodo que otros tomen las decisiones porque pueden echarles la culpa si algo sale mal.
Estas personas tienen miedo y se vuelven reticentes ante la mera idea de controlarlo todo y hacer las cosas a su manera. Les cuesta mucho adaptarse a cualquier cosa nueva, incluidas las nuevas tecnologías o un nuevo jefe en el trabajo. El terapeuta observa que el paciente, que acude a la consulta con una regularidad impresionante cuando reaparece su bronquitis crónica, sólo respira la mitad de la capacidad de sus pulmones y suele respirar muy superficial y superficialmente.
Opinión de los investigadores
Según la psicóloga e investigadora psicosomática Louise Hay, los conflictos y discusiones familiares son la causa principal de la bronquitis.Estas situaciones hacen que el niño se sienta incómodo y quiera aislarse del mundo exterior, lo que puede derivar a largo plazo en enfermedades crónicas como la bronquitis.
El significado psicosomático de los bronquios está estrechamente relacionado con la familia, los parientes y el árbol genealógico, según la escritora y psicóloga canadiense Liz Burbo (los bronquios se asemejan a un árbol). Está segura de que la percepción que tiene el niño de lo que ocurre en la familia es la causa principal de la bronquitis infantil. Los adultos que no soportan lo que ocurre en la familia pero carecen de la fuerza o el valor para enfrentarse abiertamente, expresar sus opiniones, adoptar una postura o rebelarse contra estas circunstancias suelen padecer bronquitis aguda o crónica.
El psicoterapeuta Valery Sinelnikov cree que el autoritarismo extremo de los padres del niño es la causa principal de la bronquitis infantil, pero en realidad sus familiares ahogan la personalidad del niño, imposibilitándole formar y expresar sus propias opiniones. En este caso, el discurso de protesta del niño se forma pero no se expresa, y surge en forma de tos. Palabras negativas que han crecido en su mente. La psicología de la enfermedad sugiere que los procesos son reversibles; eliminar la causa subyacente reduce los síntomas y favorece la recuperación total.
Aspecto | Explicación |
Desencadenantes emocionales en los niños | La bronquitis en los niños puede estar relacionada con sentimientos de tristeza no expresada o estrés emocional, a menudo relacionados con conflictos familiares o problemas escolares. |
Desencadenantes emocionales en adultos | En el caso de los adultos, la bronquitis puede deberse a estrés prolongado, ira no resuelta o sentirse abrumado por las responsabilidades. |
Síntomas físicos | Tos, opresión en el pecho y dificultad para respirar son signos físicos comunes de la bronquitis tanto en niños como en adultos. |
Vínculo psicosomático | Las emociones y el estrés pueden debilitar el sistema inmunitario y hacer que el organismo sea más vulnerable a problemas respiratorios como la bronquitis. |
Enfoques curativos | Abordar las causas emocionales mediante la relajación, la comunicación y el apoyo emocional puede ayudar a controlar y prevenir la bronquitis. |
Conocer la psicosomática de la bronquitis ayuda a apreciar cómo las variables psicológicas y emocionales pueden afectar a la bronquitis tanto en adultos como en niños. Los síntomas de la bronquitis suelen empeorar con el estrés, la ansiedad y los problemas emocionales no resueltos. Podemos controlar mejor y posiblemente incluso reducir la frecuencia e intensidad de los episodios de bronquitis abordando estos factores psicológicos subyacentes.
Entender cómo la salud emocional de los niños afecta a su salud física es especialmente importante. La reducción de los síntomas y la mejora de la salud general pueden lograrse estableciendo una atmósfera de apoyo, fomentando una comunicación sincera y practicando una gestión eficaz del estrés. Del mismo modo, darse cuenta de que el estrés y la bronquitis están relacionados en los adultos puede dar lugar a planes de tratamiento más completos que incorporen asistencia médica y psicológica.
En definitiva, combinar el asesoramiento psicológico con la atención médica convencional puede proporcionar un enfoque más completo del tratamiento de la bronquitis. Es posible mejorar los resultados de salud y la calidad de vida de personas de todas las edades teniendo en cuenta los aspectos emocionales de esta afección.
Aunque se considera principalmente una dolencia física, el estrés emocional puede ocasionalmente causar o agravar la bronquitis tanto en adultos como en niños. El estudio de la psicosomática se centra en cómo los trastornos emocionales como la ansiedad, la ira no resuelta o el estrés prolongado pueden causar síntomas físicos como la bronquitis. Al hacer hincapié tanto en la atención médica como en el bienestar emocional, la prevención y el tratamiento de la enfermedad pueden lograrse con más éxito si se comprenden estos desencadenantes emocionales. Al abordar las causas emocionales subyacentes, las personas pueden recuperarse más eficazmente y tener menos recidivas.